Un paseo por Salamanca

Siempre merece la pena una excursión a Salamanca. 

En cuanto se llega, de repente se respira un aire fresco, límpido, que permite renovarse. 

Sentarse en una terraza en la plaza Mayor, en el Café Novelty, tomando café por la mañana o una caña por la tarde, mientras el sol baja sacando todo el brillo de la piedra de Villamayor, es un lujo para todos.

¡Que bonita es Salamanca,

cuando la ciudad se levanta

!

En la

Rua

aún duermen las viviendas

y

las

parejas se marchan clandestinas

mientras

arriba

sonríen las cortinas.